Ellas
No sé si es normal, pero tengo 20 años y recientemente tuve mi primera vez, y fue bastante bien y el chico fue paciente conmigo, el problema es que yo no lo encontré excitante, de hecho, y es algo que venía sospechando hace un tiempo, la idea de tener sexo me resulta bastante desagradable. Me atraen los chicos, todo eso está normal, pero besarse, acariciarse, todo eso me pone los pelos de punta y no me gusta. Ahora que tuve sexo y lo experimente, confirme que no me gusta. ¿Qué significa eso?
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Amiga.. Eso significa que no te sientes a gusto con tu cuerpo, y además tienes muchos preconceptos erróneos sobre el sexo, ya que como hombre puedo decirte, que las mujeres tienen una mayor ventaja en comparación a los hombres a la hora de disfrutar el placer sexual, precisamente porque las mujeres tienen la posibilidad de experimentar múltiples orgasmos, y no necesita detenerse para recuperarse después de haber llegado al orgasmo, cosa que los hombres si necesitan para conseguir una nueva erección.
Generalmente la primera vez no suele ser tan excitante sobre todo para las mujeres, por los mismos nervios, por la inexperiencia al ser una práctica nueva y desconocida, por sentir vergüenza, y por la molestia que genera la rotura del himen, pero en tu caso se podría agregar que fue, porque ya tenias concebida una idea negativa sobre la relación sexual.
Si de antemano piensas que hacer algo que nunca hiciste no te va a gustar, es lógico que después de hacerlo llegues a sentir que no te gusto, porque el sexo no solo implica la penetración, ya que la excitación y el placer se desarrollan en la mente, por lo cual es fundamental que no pienses en ninguna otra cosa que no este relacionada al momento que estas viviendo, para que te puedas relajar y dejarte llevar por las sensaciones que te provocan las caricias.
Al menos en el caso de las mujeres, pueden llegar a tener orgasmos sólo pensando, sin ningún estímulo físico, al enfocarse plenamente en sus propias fantasías sexuales. También pueden tenerlos aprovechando el magnífico potencial de zonas erógenas alejadas de los genitales, como las mamas y los pezones. En efecto, los pechos femeninos están sensorialmente conectados con la misma zona del encéfalo que recibe la actividad sensorial de los genitales. De modo que, sólo con acariciarlos, según el gusto de cada mujer en concreto, puede lograrse un orgasmo.
La falta de conocimiento te llevo a tener un concepto totalmente erróneo sobre el sexo, lo cual a su vez impidió que pudieras llegar a disfrutar el verdadero placer, ya que no puedes tener sexo con otra persona, si antes no tienes sexo contigo misma, porque de hecho resulta totalmente obvio que nunca te masturbaste, como tampoco nunca acariciaste tu cuerpo, por eso al recibir las caricias y los besos de otra persona se te pusieron los pelos de punta y no te gusto, porque no supiste entregarte toralmente a la otra persona, y si no te entregas a ti misma, es lógico que no te guste que otra persona acaricie tu cuerpo.
La excitación y el placer que logres experimentar en el acto sexual, dependerán exclusivamente de ti, y no del desempeño de tu pareja, ya que si tu no estas dispuesta mentalmente, aparte de no llegar a sentir ningún placer, te parecerá una experiencia desagradable, precisamente como sucedió en tu primera vez, porque en tu caso no se trata de que no hayas encontrado atractivo al hombre con quien tuviste sexo, como tampoco se trata de que no comparten la misma química sexual, ya que en realidad se trata de una idea mal concebida que tienes sobre el sexo, y si no dejas de considerar al sexo como algo malo, te volverás una mujer sexualmente reprimida, lo que te llevara a desarrollar un mal carácter, a ser poco tolerante y a sentir una sensación de ansiedad permanente, porque el sexo en los seres humanos no debe exclusivamente a fines reproductivos, dado a que la practica sexual aporta un gran bienestar tanto físico, como mental, sobre todo en las mujeres, ya que el sexo retrasa el envejecimiento, mejora la piel y el cabello, les mejora el estado de animo, y levanta su auto estima, entre otras cosas, por lo cual es una pena que no te guste el sexo.
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