Relaciones

Hola, llevo 9 años con mi novio. Él es muy extrovertido y hablador, también buena persona y algo pesado en ocasiones.
Por situaciones de la pandemia no puedo ver a mi familia numerosa desde hace 1 año, cuando siempre he sido muy familiar y he intentado conciliar ambas vidas.
Ahora toda mi vida la hago al lado de mi pareja y he asimilado a su familia como si fuera la mía, pero no lo es. Su madre era alcohólica y ciertamente tienen relaciones desestructuradas y aunque a mí siempre me han tratado muy bien, estoy conviviendo en un ambiente muy ajeno a mi forma de ser, que incluso estoy cambiando por adaptarme.
Intenté vivir sola con mi pareja y necesitaba el contacto con más gente, me sentía muy sola en una casa los dos y tampoco tenemos la independencia económica necesaria para vivir así.
Mi pareja cuando lo conocí se desvívía por mí e incluso me agobiaba, yo tenía muy poca autoestima con 17 años y fue una sorpresa para mí que alguien que me gustara quisiera estar conmigo. Siempre he tenido tendencia a ser algo introvertida y a preferir la fantasía a la realidad.
El caso es que él se fue desencantado con mi actitud y las tornas cambiaron a los dos años aproximadamente, siendo yo a partir de entonces la que iba detrás de él. Tengo que decir que al año quise dejarle porque no veía que en un futuro pudiéramos estar juntos y porque creo que yo era muy inmadura, pero me arrepentí en seguida y seguimos.
Después a los 3 o 4 años también quise volver a dejarle porque el me ridiculizada delante de mis amistades y se llevaba mal con ellas y cuando se refería a mí, nunca decía nada agradable. Él me convenció de seguir y nuestra relación resurgió de una manera muy bonita.
Fueron pasando más años, algo que me perturba es que casi siempre me fijaba y me gustaba algún otro chico más, aunque estuviera bien con mi novio.
Antes del segundo intento de ruptura, me enamoré mucho de un chico que tenía una forma de ver la vida muy rebelde e independiente que son cualidades que siempre he admirado porque no las tengo.
Estuve meses obsesionada y al final me declaré para dejar de pensar en eso y quedó en nada.
El año pasado mi novio pasó por una situación difícil y yo estuve apoyándolo siempre aunque analizándolo hoy, me doy cuenta de que él quisiera que yo hubiera hecho más cosas por él que yo no fui capaz de hacer, es decir, cosas que sobrepasaban mis límites y que me negué a hacer por él.
Sus desencantos conmigo él los ha combatido cambiando de actitud conmigo y centrándose en sus aficiones, yo siento que he dado todo lo que soy capaz de darle y el año pasado sentí que por más cosas que hacía por él, no reaccionaba positivamente y que todos mis esfuerzos por hacerle feliz y la vida más fácil eran en balde. Sentí que no me quería y cambié mi actitud para que no me importara cómo él me trataba y así todo mejoró, sin discusiones, sin expectativas y sin ganas pero muy tranquilo todo y acomodado.
Mientras pasaba eso yo me volví a fijar en otro chico, pero esta vez por mis experiencias pasadas le di la espalda a esos sentimientos desde un principio y solo me acerqué a él en contadas ocasiones, todas ellas fruto de la instinto y de la impulsividad.
Pasó la pandemia y estuve con mi chico encerrada, en verano tuve algo de crisis vital porque no veía claro hacia donde iba mi vida puesto que no siquiera trabajo todavía porque me costaba mucho decidir un camino.
Elegí un camino y me centré en él, olvidándome de pensar en posibles problemas con mi pareja y así pasaron los meses.
Recientemente el último chico que me gustó contactó conmigo de manera indirecta dándome a entender que quería verme y quedar. Eso me impresionó mucho, pues todos los demás encaprichamientos que había tenido durante estos años no habían sido nunca correspondidos y fue una situación que no había vivido.
Había reprimido tanto mis sentimientos en los últimos 5 años que sufrí una crisis emocional muy fuerte, agravada por el hecho de no contar con el apoyo y la cercanía de mi familia.
A raíz de este suceso, he vuelto a sentir y tengo mucho dolor.
Mi pareja me ayuda con favores siempre que lo necesito en cosas importantes pero si le hablo de mis tristezas me dice que yo tengo una situación muy buena y que no tengo de qué quejarme. Aunque sea verdad todo el mundo tiene sentimientos, todo el mundo tiene derecho a llorar e intentar compartirlos. También opina que siempre antepongo mis problemas a los suyos.
Tras impulsivamente darle a entender al otro chico que me gustaba, le he alejado porque no soy capaz de mantener una dualidad en mi vida y tampoco soy capaz de dejar a mi novio , estuve a punto el otro día pero luego me arrepiento porque siento que le quiero y que vale mucho y que como él pocas personas hay que valgan la pena. Pero estando enamorada de otra persona ahora solo soy capaz de ver sus defectos, su forma de menospreciar mis logros y su carácter tan explosivo que siento que apaga al mío y a mis decisiones.
Ahora que he alejado al otro chico, lloro sin querer, él representa para mí la ilusión y el optimismo. Sé que no le conozco bien pero siento que podríamos tener una relación de iguales en la que me sintiera mucho más valorada y siento haberlo perdido pero lo he hecho por miedo e incapacidad de tomar decisiones que afecten drásticamente a mi vida, puesto que tendría que mudarme y cortar prácticamente con todo mi entorno y con la familia de mi novio con la que me relaciono como si fuera la mía y con su madre, que la quiero mucho porque siempre ha dado todo lo que ha tenido por mí y por sus hijos.
Un drama.
Y no puedo más, quiero evadirme y que la situación no exista pero cada vez me siento peor y cada noche tengo pesadillas y no puedo olvidar que tengo sentimientos, mi cuerpo no me permite seguir así.
He intentado salir y hacer planes con amistades y lo he pasado bien, pero al final del día la situación sigue existiendo.
Tengo mucho miedo de quedarme completamente sola y en una vida que no conozco.
Un saludo y gracias por leerme sé que parezco una egoísta pero no puedo evitar ser quién soy ni sentir lo que siento.